Tiempo perfecto que quisiera estirar, alargar, minutos que quisiera que duraran horas… Aunque sé muy bien que es la evanescencia del arco que describe el sol frente a mis ojos la que conforma el corazón del verano, y su intensidad. La que a esta hora transfigura el mundo y convierte el verano en un minuto de felicidad perfecta, fugaz e inapresable.
“Y la caída de la tarde casi duró un verano.”Manuel Padorno en Días como años.
“Tiempo de isla: se cuenta por mágicas cifras”
Pedro Salinas.



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