viernes, 16 de noviembre de 2007

viaje al corazón del otoño

La noche está oscura como boca de lobo y salimos a disfrutar de un cielo que no es el que conocemos. Bajo un frío cortante, el encaje de estrellas nos recuerda el tamaño del universo.

Dormimos como lirones en un silencio espeso como una manta.

Muy temprano nos asomamos a la calle, resoplando nubes de vapor en la mañana helada, y oímos crujir las alfombras de hojas contra nuestras botas.

Un sol amarillo limón se levanta despacio y los prados relucen, enjoyados de escarcha.



Puente Vadillos, Serranía de Cuenca, 11 de noviembre de 2007

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